sábado, 13 de septiembre de 2008

Binomio Universidad-Empresa (i)

Hasta en los tiempos de crisis se habla del binomio Universidad-Empresa... el pasado 29 de Agosto se publicó en El País un artículo que rezaba "El Gobierno incentivará la inversión privada en los campus"... "apenas un 4% de la financiación universitaria proviene de la empresa... muy esclarecedor ¿no?

El artículo es muy interesante porque recoge lo que todos ya sabemos de forma simplista "La empresa en general no ve a la Universidad como un activo donde invertir" y ahora viene la pregunta del millón: ¿por qué? o ...¿qué le falta a la Universidad para que sea un objetivo interesante para inversores privados? ¿qué le hace falta a los inversores privados para entender que la Universidad es fuente de conocimiento de valor incalculable y por lo tanto requiere de inversión para crecer?

Por una parte, incentivarán a las empresas a través de mejoras fiscales y por otra, por lo que parece fomentarán -de algún modo- la contratación de investigadores. Ambas cosas me parecen buenas medidas que facilitarán el proceso pero hay un trasfondo que parece que nadie quiere tocar, que todos lo miran de soslayo: ¿por qué al matrimonio Universidad-Empresa le falta química? (desde luego, voy a obviar el problema añadido de la transferencia de competencias a las comunidades que dificulta mucho más este tipo de relación y me voy a centrar únicamente en ese tandem que deberían formar ambos).

Y de la lectura del artículo, que da para muchas reflexiones, menciono algunas frases interesantes:
- "Siempre es reticente quien teme una universidad al servicio de la empresa" ... siempre el mismo temor ... y realmente la Universidad DEBE estar al servicio de la sociedad... y la empresa es un vehículo.

- "Sería un error investigar sólo lo que requiera el mercado" (palabras del presidente de los rectores, Angel Gabilondo) ... desde luego, hay que plantearlo con matices: "Hay que investigar fundamentalmente lo que requiera el mercado" ... pero no sólo eso, la investigación básica es fundamental para desarrollar la aplicada.

- "[...] sería un error poner una financiación en el sistema si no hay reflexión previa y una hoja de ruta para alcanzar la excelencia. Así como unos objetivos claros [...]" (Cristina Garmendia, Ministra de MCINN). Con esta afirmación se refuerza la necesidad de disponer de mecanismos de control y gestión de proyectos que sea capaz de justificar cada euro invertido en un proyecto buscando, eso sí, cuál es su rentabilidad directa (por resultados de ese proyecto concreto) o inducida (por resultados de otros proyectos que se han basado en lo desarrollado en éste).

Por una parte es obvio que la investigación básica no puede desaparecer, sin embargo la aplicada es vital para la sociedad por tanto, tal como apunta el artículo, también es una buena medida el hecho de que sea la Administración Pública quien invierta en investigación básica y las empresas quienes lo hagan en la privada. Es decir, considero que la sociedad -que invierte con sus impuestos en la formación de personal cualificado de manos de la Universidad- espera al menos ver materializada esa inversión en mejoras para nuestra calidad de vida (en todos los campos del conocimiento). Las empresas, en este sentido, son quizás algo más exigentes por esperar resultados a corto plazo que justifiquen sus inversiones. y sean capaces de, resolviendo sus problemas, conseguir un nivel alto de productividad y competitividad... lo cual también es lógico.

En este sentido, todavía falta mucho camino que recorrer para conseguir que, por una parte la Universidad sea una gestora eficiente de las inversiones privadas y públicas y sea capaz de justificar, a través de indicadores o cuadros de mando eficientes, cada céntimo de euro invertido por parte tanto de instituciones públicas (Fondos Europeos incluidos) como por parte de organizaciones empresariales. La laxitud que se manifiesta en la gestión económica de los proyectos científicos hace que las empresas teman que sus inversiones no sean lo suficiente aprovechadas e no impere la rentabilidad como criterio (cuando observo la cantidad ingente de dinero que se está invirtiendo desde Europa en proyectos y la dejadez que ésta misma tiene en asegurarse del resultado obtenido y de su impacto en la sociedad me da dolor de estómago)

Teniendo en cuenta que, como digo, esa relación no es del todo "cordial", considero que el PCT debe ser un elemento muy activo y vital en el proceso de acercamiento entre la Empresa y la Universidad. Debido a la "diferencia de lenguaje" que se habla en la Universidad versus la empresa, en algunos casos -y no insólitos- es conveniente un "traductor" que permita acercar ambas posturas.

Parece patente la necesidad de buscar mecanismos que permitan crear un ambiente de confianza y lealtad entre Universidad y Empresa, que favorezca convenios de colaboración donde la Universidad se refuerce en la imagen de motor de conocimiento de calidad.

Quizás, en este caso, parece que ayudaría mucho disponer de profesionales trabajando dentro de la Universidad que encontraran puntos de unión entre ambos entornos ...

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